La fotografía de producto es fundamental en el comercio electrónico para convencer a los clientes potenciales de que compren tu producto.
Primero, completan la información sobre el producto que incluyes en otros espacios, como las descripciones. También permiten a los clientes hacerse una mejor idea de cómo es el producto sin tener que tocarlo ni probarlo. Además, si tomas unas buenas fotografías siguiendo los consejos de este artículo, también podrás diferenciarte de la competencia.
En este artículo encontrarás toda la información que necesitas para conseguirlo:
Índice de contenidos
¿Vamos allá?
Qué es la fotografía de producto
La fotografía de producto es una técnica fotográfica que consiste en capturar imágenes de un objeto o producto que se quiere presentar, promocionar o vender. Por ejemplo, alimentos, joyas, bebidas, ropa, automóviles, etc.
Son fotografías que se suelen publicar en tiendas online o páginas web, catálogos, redes sociales, revistas o anuncios. Un ejemplo serían las fotografías de los productos de la tienda online de cosmética Laconicum.
Cuáles son los objetivos de la fotografía de producto
La fotografía de producto tiene cuatro objetivos principales:
- Comunicar visualmente información fundamental sobre el producto; por ejemplo, sus características y beneficios, para qué sirve o cómo se puede utilizar.
- Despertar el interés de la audiencia para que quieran obtener más información sobre el producto o directamente comprarlo.
- Acercar el producto a la audiencia para que sientan que ya conocen el producto.
- Diferenciar el producto de la competencia; por ejemplo, tomando imágenes del artículo desde ángulos o en entornos que no estén muy trillados.
En definitiva, la fotografía de producto debe dar a conocer un producto a una audiencia y convencerle para que lo acabe comprando. ¿Y cómo puedes conseguirlo? Poniendo en práctica todo lo que te explicamos a continuación en cada una de las tres fases que se deben seguir para tomar una fotografía de producto.
Cómo tomar fotografías de producto
El proceso para tomar fotografías de producto que cumplan con los objetivos mencionados anteriormente se suele dividir en tres fases: preproducción, producción y posproducción.
Preproducción
El objetivo de esta fase es preparar todo lo que necesites para la sesión fotográfica, como el estudio o los materiales.
Planea tu sesión fotográfica
La organización es fundamental a la hora de tomar fotografías de producto para aprovechar al máximo el tiempo y el dinero que inviertas. Además, es recomendable que contrates a un fotógrafo para conseguir un resultado profesional, aunque también podrías encargarte tú.
Para planear la sesión, puedes seguir estos pasos:
- Coordina el día, la hora y el lugar con el fotógrafo y las personas que participen en la sesión.
- Define los objetivos de la sesión. Para ello, puedes hacerte preguntas como: ¿Cuáles son los valores de tu marca? ¿Cuáles son tus colores corporativos? ¿Qué estilo de fotografía prefieres? ¿Qué quieres destacar de cada producto?
- Busca inspiración y crea un moodboard o tablero de inspiración. La forma más eficaz de transmitir o definir qué esperas de la sesión y cómo quieres que sea es con ejemplos concretos. Para ello, puedes utilizar Pinterest para encontrar imágenes de productos con las que te identifiques, añadirlas a un moodboard y compartirlo con quien quieras.
- Organiza y reúne todos los materiales que necesitarás para la sesión, como el producto, el atrezzo.
- Haz una lista de tomas. Se trata de una lista de todas las fotos que quieres tomar, con detalles sobre los distintos ángulos, el tipo de plano, la disposición de los productos, etc. Por ejemplo, si vendes productos de cerámica hechos a mano, indica que determinadas tomas están pensadas para mostrar los detalles artesanales en el asa de tu tetera de barro. Esta lista deberás ir actualizándola durante la sesión para asegurarte de que no te olvidas de ninguna toma necesaria.
Prepara el estudio
Aunque hoy en día se pueden hacer auténticas maravillas con un teléfono móvil desde cualquier lugar, hacer la sesión fotográfica en un estudio y contratando a un fotógrafo profesional que trabaje con un buen material te ayudará a diferenciarte de la competencia.
Para que todo funcione bien, debes preparar el estudio con antelación. Por ejemplo, puedes:
- Limpiar el estudio, para asegurarte de que el polvo no se refleje en las fotografías.
- Tomar medidas para garantizar la seguridad en el estudio; por ejemplo, enrolla los cables y pégalos con cinta adhesiva para evitar tropiezos.
- Marcar la posición de las luces, la cámara y los productos para que te resulte más fácil replicar la configuración del estudio en cualquier momento. Además, te ayudará a garantizar la coherencia de las imágenes, algo fundamental para transmitir una buena imagen de marca y evitar los clientes potenciales se distraigan con otros elementos.
Prepara los materiales
Este es el material básico que se necesitará para hacer una buena sesión de fotos:
Cámara
Lo ideal es que la cámara cumpla con las siguientes características:
- Permita tomar fotografías en formato RAW.
- Se pueda utilizar en modo manual.
- Sea compatible con diferentes objetivos.
- Tenga un sensor de buen tamaño.
- Disponga de modo Live View, que permite disparar mientras estás viendo en pantalla la imagen en directo
Accesorios
Estos son algunos de los accesorios que te podrían venir bien:
Objetivo
Es recomendable utilizar un objetivo macro para poder enfocar el producto desde muy cerca y captar hasta el más mínimo detalle sin que afecte a la calidad de la imagen.
Trípode
Un trípode fija la posición de la cámara y evita que las fotos del producto salgan borrosas. Podrás tomar varias fotos desde el mismo ángulo y encuadre, aunque cambies la posición o el tipo de producto que estás fotografiando.
Fondo
El fondo es fundamental para hacer que el producto sea el centro de atención. Lo más habitual en fotografía de producto es utilizar un fondo neutro blanco o negro.
El fondo blanco se suele utilizar para fotografiar objetos de colores intensos y alimentos. Además, ayudan mucho para integrar la fotografía con otras o para editarla posteriormente, por ejemplo, si se quiere eliminar el fondo.
El fondo negro puede funcionar muy bien con productos transparentes o brillantes; por ejemplo, joyas de oro, ya que equilibra el brillo y transmite elegancia.
Puedes encontrar fondos para todos los bolsillos. Si no dispones de mucho presupuesto, podrías utilizar cartulinas o lienzos de tela, pero ten en cuenta que las posibles arrugas podrían notarse en la fotografía, así que deberías retocarlas en la fase de posproducción.
Otra opción económica sería utilizar un acrílico blanco como fondo, ya que su textura es uniforme y te permitiría conseguir reflejos de tu producto si quisieras.
Si tienes presupuesto suficiente, podrías comprar un kit con fondos de estudio o cajas de luz con fondo blanco y negro específicas para hacer fotos de producto.
Iluminación
Las fotografías se pueden iluminar con luz natural o luz artificial.
Si tienes poco presupuesto, te conviene aprovechar la luz natural, pero debes tener en cuenta que cambia a lo largo del día. También te vendría bien utilizar un reflector para atenuar las sombras o redirigir la luz. Este tipo de luz es ideal para fotografiar productos que se utilizan al aire libre o que están relacionados con la naturaleza, como material de alpinismo o cosmética natural.
La luz artificial te permite tener el control total de la iluminación de tu fotografía. Puedes generar este tipo de luz con focos, flashes, luces de estudio, etc. La luz artificial funciona mejor con productos con detalles físicos que quieras resaltar, como relojes o aparatos electrónicos.
Producto
La cámara capturará todos los detalles del producto, tanto positivos como negativos. Por eso, asegúrate de que está impecable tomando las siguientes medidas:
- Limpia el producto con sumo cuidado.
- Toca el producto con guantes o sujetándolo con un trapito suave para no dejar ninguna huella.
- Quita etiquetas, pegatinas u otras marcas visibles.
- Observa cuidadosamente si la pieza presenta daños y repáralos si fuera necesario.
- Si vas a fotografiar prendas de ropa, plánchalas el día de la sesión para evitar arrugas antiestéticas y pásales el quitapelusas. Si las estás fotografiando puestas en un modelo o maniquí, usa clips, alfileres y cintas para ajustarlas de forma favorecedora.
Producción
La fase de producción es el momento en el que se toman las fotografías. Si has seguido todos los pasos anteriores, tendrás muchas probabilidades de conseguir un buen resultado, pero todavía puedes tomar muchas más medidas durante esta etapa:
- Toma fotos que sean coherentes con tu imagen de marca; por ejemplo, utilizando la misma paleta de colores.
- Utiliza un maniquí o un modelo para, por ejemplo, que a tus clientes les resulte más fácil imaginarse cómo les quedaría puesta una prenda de ropa. Si utilizas un maniquí pero no quieres que aparezca en la imagen, siempre podrías eliminarlo en la fase de posproducción aplicando el efecto del maniquí fantasma o invisible
- Revisa la iluminación, la disposición de los elementos y la configuración de la cámara.
- Toma algunas fotos de prueba para asegurarte de que todo está correcto.
- Toma imágenes desde tantos ángulos diferentes como sea posible y cambia la posición del producto para que los clientes puedan verlo desde múltiples puntos de vista y tengas muchas opciones para elegir. Por ejemplo, podrías utilizar hilos transparentes, calzadores o pedacitos de plastilina para levantar un poco el producto y conseguir que se vea mejor y borrarlos en la posproducción de la fotografía.
Los ajustes que debes configurar en tu cámara dependerán del tipo de imagen que quieras configurar y del dispositivo que utilices. Sin embargo, estos consejos técnicos generales quizás te resulten útiles:
- Toma siempre las fotografías en formato RAW para que tengas más posibilidades a la hora de editarlas sin perder calidad.
- Configura el balance de blancos de tu cámara para que capture los colores de forma equilibrada y realista.
- Utiliza siempre el mínimo valor ISO posible para ganar nitidez.
- Utiliza un disparador remoto o configura el disparador automático de la cámara para evitar que las fotografías salgan movidas.
- Evita reflejos en los productos.
- Utiliza la apertura de diafragma para controlar la zona enfocada de la imagen. Si quieres desenfocar el fondo, debes abrir el diafragma utilizando un valor f bajo, por ejemplo, f/2.
- Si puedes, conecta la cámara al ordenador para analizar mejor la imagen. Para ello, puedes utilizar un software de captura y edición de imágenes, como Capture One Pro y Adobe Lightroom.
Ambos son de pago, pero puedes probarlos solicitando una prueba gratuita. Se conectarán directamente a la mayoría de las cámaras y te brindarán la posibilidad de revisar, catalogar y ajustar instantáneamente tus imágenes.
Posproducción
El objetivo de la fase de posproducción es mejorar la calidad de las imágenes y optimizarlas para publicarlas.
Edición de imágenes
Para pulir las fotografías que hayas tomado en la fase anterior, es fundamental que las edites con un software de edición de fotos o apps. Para ello, también puedes utilizar Capture One Pro y Adobe Lightroom o Adobe Photoshop. Estos son algunos de los retoques básicos que puedes necesitar aplicar:
- Reencuadrar el producto.
- Ajustar el balance de blancos.
- Modificar la exposición, el contraste y la nitidez.
- Corregir o realzar el color para que la fotografía se vea uniforme.
- Eliminar imperfecciones, como manchas, polvo, huellas dactilares, etc.
- Cambiar el tamaño y el formato para adaptar las imágenes al espacio en el que se van a publicar sin distorsionarlas.
- Recortar las imágenes para cumplir con las especificaciones de tamaño de los canales en los que vas a publicar, por ejemplo, las redes sociales.
La mayoría de los programas de edición de fotos te permiten hacer estos retoques de forma individual en cada foto o masiva en varias a la vez o incluso automatizar muchas de esas acciones, lo que te permitirá ahorrar mucho tiempo.
Si no tuvieras tiempo suficiente, externalizar esta fase podría ser una buena idea, ya que no necesitas que la persona a la que contrates esté presente físicamente en el mismo lugar, como en las etapas anteriores.
Puedes buscar a un profesional en plataformas como Upwork o Fiverr. Para elegir a la persona adecuada, pídele referencias y muestras de trabajos anteriores y comprueba aspectos como el horario de trabajo, el idioma de comunicación, los tiempos de respuesta o los plazos de entrega que ofrece.
Revisión y publicación de imágenes
Una vez que hayas editado las imágenes, la última revisión que deberías hacer es comprobar que cumplen las especificaciones del medio en el que vas a utilizarlas. Si todo es correcto, puedes publicarlas para empezar a mostrar tus productos a la audiencia.
Aunque tomar fotografías de producto pueda parecerte un proceso complicado, cuanto más lo practiques, más fácil te resultará. Para ello, te puede ayudar ir documentando y modificando el proceso que sigues para conseguir que cada vez sea más eficiente y te ofrezca mejores resultados.
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Preguntas frecuentes sobre la fotografía de producto
¿Qué pasos tiene una sesión de fotografía de producto?
Preproducción: Preparación del estudio, cámara, productos e iluminación entre otras variables. Todo lo necesario antes de disparar la primera foto.
Producción: La sesión fotográfica como tal y todas sus partes.
Posproducción: Edición, corrección y cambios a nivel de software de edición de imágenes que quieras añadir a las fotos de tus productos.
¿Qué software se recomienda para editar fotos de producto?
- Reencuadrar el producto.
- Ajustar el balance de blancos.
- Modificar la exposición, el contraste y la nitidez.
- Corregir o realzar el color para que la fotografía se vea uniforme.
- Eliminar imperfecciones, como manchas, polvo, huellas dactilares, etc.
- Cambiar el tamaño y el formato para adaptar las imágenes al espacio en el que se van a publicar sin distorsionarlas.
- Recortar las imágenes para cumplir con las especificaciones de tamaño de los canales en los que vas a publicar, por ejemplo, las redes sociales.