Este es un guest post de Germán Piñeiro, CEO de Iniciativas Virtuales.
Según el informe de RetailMeNot, publicado en febrero de 2015, el comercio electrónico podría estar más que de enhorabuena. Se augura que para España las ventas online estarían creciendo entorno al 8,9% durante este año. Esto significaría que cada español gastaría de media alrededor de 658€. Sin embargo, uno de los datos que más destacan de este estudio es el caso de Gran Bretaña, donde las ventas online llegan a facturar por británico hasta 1557€, lo que también supondría un aumento del 9,6%.
Esto nos hace pensar en las posibilidades que empieza a brindar este tipo de comercio no sólo para los que se deciden a ponerlo en marcha sino para la economía y las transacciones tanto nacionales como internacionales, convirtiéndose en un verdadero motor de crecimiento de la economía no sólo global.
Sin duda, durante los últimos años venimos hablando de la importancia que las ventas online tienen para cada una de las empresas que apuestan por la red. Algo que hace pensar que son el futuro del comercio ya que facilitan el proceso de compra tanto al que pone el escaparate en internet como al comprador final – que elige dónde, cuándo y cómo quiere comprar.
Una de las principales razones por las que este tipo de comercio ha llegado para quedarse son los desarrollos tecnológicos a los que los usuarios se van adaptando y que han pasado a formar parte de las herramientas de comunicación y trabajo de la mayor parte de la población.
Hoy en día mencionar smartphones, tablets o smart TVs es casi hablar de una segunda, tercera o cuarta generación de este tipo de dispositivos, algo que apenas hace diez años parecía sacado de una película de ciencia ficción. Sin embargo el comercio electrónico, a través de ciertas plataformas, lleva mucho más tiempo en marcha.
Otra de las claves para su éxito actual, más allá de la comodidad de los smartphones que han llegado para quedarse, es la variada posibilidad de los medios de pago. Mientras que antes parecía que el comprador quedaba a expensas de las buenas intenciones del vendedor, hoy en día con la posibilidad de la compra con tarjetas de crédito (con sus consiguientes seguros) a través de plataformas de comercio electrónico seguras, de PayPal o incluso de la posibilidad de formas más tradicionales como el contra reembolso o a través de transferencia o ingreso en cuenta.
¿Qué cuentan los estudios sobre comercio electrónico?
Según se extrae del II Estudio de Tendencias del Ecommerce, lanzado durante el primer semestre del 2014 por Iniciativas Virtuales; en sectores como el ocio, turismo y electrónica el precio medio de compra en España asciende a 500€. De este estudio también se extrae que Madrid y Cataluña son las Comunidades Autónomas donde más transacciones se realizan, sumando en conjunto el 51,7% de las operaciones durante el primer semestre del año pasado.
La importancia del marketing en el comercio electrónico
Una de las claras tendencias es la unión de marketing y comercio electrónico. No sólo es necesario tener un buen producto a la venta, sino que la información del mismo debe ser visible para los millones de usuarios de internet. De nada sirve tener el mejor producto si va a estar oculto. Esa es la razón por la que el tándem junto con el marketing debe ser un todo.
La personalización de la información que llega a los compradores finales, la captación de clientes a través de una mayor visibilidad y, por supuesto, un canal de comunicación claro entre el usuario y el producto es básica para hacer que todo el engranaje comercial funcione y consiga frutos.
Cada vez que se habla de marketing parece que sólo basta con una campaña de publicidad potente, pero nada que ver. Lo cierto es que el trabajo actual en este campo pasa por las nuevas tendencias de aportar más valor al producto, si cabe.
La información dirigida a cada uno de los usuarios, pasando por marketing de contenidos y una presencia en redes sociales activa y proactiva, entre otros muchos métodos, permite conseguir los mejores resultados de venta.
La ventaja de internet y de tener una tienda virtual es clara gracias a que se llega a mucha más gente de la que se llegaría sólo con una tienda presencial, pero precisamente el hecho de que sea en la red donde entran todos los productos, sin un indexado efectivo, hace que muchos de los mejores productos queden inaccesibles en las búsquedas de mucha gente.
Para finalizar quiero dejar claro que tener estrategias de marketing, comunicación y muchas otras son necesarias para el buen funcionamiento de cualquier tienda virtual, sobre todo para posicionar un producto en internet; pero no sólo eso, es imprescindible considerarlas para dar una coherencia a la imagen de la marca y mantener una excelente reputación online que sirva a los compradores para descubrir si el producto que quieren adquirir cumplirá sus expectativas y es realmente aquello que buscaban.
Si quieres compartir información relacionada con el tema, con mucho espero leerlo en el apartado de comentarios.
Germán Piñeiro es consultor de marketing y comunicación, CEO de Iniciativas Virtuales. Publica semanalmente contenidos sobre startups y empresas de base tecnológica y temas relacionados en su blog.
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