El mundo de la moda, desde hace muchos años, se caracteriza por ser un universo efímero. Las colecciones se pasean por las pasarelas a la velocidad del trueno. En este mundo de “estilos pasajeros” la apuesta de Brava Fabrics es doblemente valiente: Hacer ropa duradera y atemporal y hacerla de manera social y responsable desde el punto de vista del medioambiente. Ropa que nos viste por fuera y por dentro. Ropa que más que ocupar un espacio en un perchero, forma parte de nuestro estilo de vida, y representa una declaración al mundo: “creemos en hacer las cosas de manera honesta, creativa y bien hechas, para que sean testimonio de nosotros mismos”. ¡Esta es la historia de Brava Fabrics!
Brava Fabrics es una marca de moda española que se está ganando a pulso y con un coraje fuera de serie, un sitial de honor en una de las industrias más complejas y exigentes del mundo.
Dos nombres son los que alimentan el proyecto de Brava Fabrics: Ivan Monells y Ramón Barbero. Nosotros tuvimos el honor de conversar con Ivan y escuchar, de primera mano, cómo nació Brava Fabrics - cuya tienda online está construida sobre Shopify - y qué retos han enfrentado y qué lecciones ha aprendido en el mundo del ecommerce.
Por el año 2014 Ivan Monells y Ramón Barbero estaban terminando sus estudios de MBA en ESADE, un momento que les encontró en el camino del estudio y que los llevó a plantearse una asociación en el camino del emprendimiento.
“Conocí a mi socio en el MBA de Esade, una escuela de negocios de Barcelona, y trabajamos ahí en el proyecto final de Máster y nos dimos cuenta que como equipo nos complementamos súper bien. Y entonces decidimos emprender. Fue antes el equipo, que la idea” rememora Ivan.
Había química. Y de esa química salió la disciplina y el compromiso de crear un proyecto común.
Sin embargo, antes de comenzar a confeccionar prendas en Brava Fabrics, ni Ivan ni Ramón tenían experiencia alguna en el mundo de la moda.
“Yo vengo del sector de alimentación, de gran consumo, que en mi caso estaba en sistemas de información y mi socio viene de viajes y recursos humanos. Nadie tenía experiencia en moda. Sí que teníamos experiencia y conocimientos en Internet y en Social Media y eso ha sido el principal motor de la marca durante años y es en lo que nos apalancamos desde el principio” explica Ivan dando de plano en uno de los puntos clave detrás del éxito de Brava: su excelente manejo de las redes sociales y del comercio online para construir marca y vender, más que ropa, un estilo de vida.
Atemporales y originales
Brava Fabrics nació digitalmente y continúa teniendo el corazón de su negocio en formato online.
Sin embargo, han descubierto que existe un poderoso mercado en físico para el tipo de prendas que ellos diseñan y hoy en día cuentan con dos tiendas físicas y con más de doscientos puntos de venta a través de tiendas multimarca.
“Nosotros empezamos como tienda online pero enseguida nos dimos cuenta que todo el esfuerzo de venta que hacíamos por redes sociales, llegaba también a gente que quería tener otro tipo de experiencia de venta física. Y ahora tenemos una tienda física en Barcelona, otra en Madrid, más de doscientas tiendas multimarca aliadas y otros marketplaces. Nuestro canal principal sigue siendo la tienda online pero creemos que los demás canales de venta física son relevantes, sobre todo a largo plazo” explica Ivan.
Y ese canal principal de ventas, ese corazón de Brava Fabrics, es una tienda construida sobre la plataforma de Shopify.
Pero no siempre fue así. Brava comenzó su sendero online de manera muy diferente.
“Nosotros comenzamos con Prestashop y lo tuvimos hasta septiembre del año pasado, cuando hicimos la migración a Shopify. Fue un proyecto en el que intervino bastante gente. En la parte de customización del tema lo llevamos con una agencia, que se llama Crisp Studio, muy recomendable” aclara Iván.
Y precisamente para sumergirnos un poco más en la historia y el aprendizaje detrás del proceso de migración de Brava Fabrics, tuvimos la oportunidad de conversar con Guillem Hernández, project manager de Crisp Studio.
“Para nosotros la migración de Brava fue un proceso ideal porque ellos contaban con un equipo de IT muy capaz. Crisp Studio llevó desde el inicio el proceso de migración, pero una parte del proceso, a nivel de información, lo hizo el equipo de Brava. Nosotros nos enfocamos en realizar toda la configuración de las diferentes tiendas online, Brava tiene 4 tiendas online, y luego todo el proceso de conexión con las etiquetas de envío de la empresa de envío y el diseño del frontend de la web” explica Guillem Hernández, project manager de Crisp Studio.
Un proceso de migración que en el caso de Crisp Studio cuenta con la garantía de una asesoría individualizada, pues como bien lo explica Guillem “cada proceso de migración es distinto” y por ello, este Shopify Partner y Expert se compromete a cuerpo entero con cada una de las marcas y tiendas online que se acercan a pedir su apoyo.
“Por ejemplo en el tema de experiencia de usuario, nosotros cuando nos llega el cliente nos facilita un diseño, nosotros tenemos mucho tiempo en el ámbito del ecommerce y si que ofrecemos directrices y les decimos “oye esto lo podemos hacer así en lugar de esta otra manera, no pongas este botón aquí, en lugar de hacer un pop-up vamos a hacer un desplegable y así. Obviamente todos estos aspectos de usabilidad son algo que Crisp Studio siempre tiene en cuenta cuando el cliente llega con un diseño. Cuando la experiencia de usuario corre por cuenta de nosotros, ya trabajamos desde el principio en función de los conocimientos que tenemos, para que sea desde el punto de vista de UX/UI lo más usable posible” explica Guillemn.
“Hay muchos proveedores logísticos que tienen la integración propia, o aplicaciones de terceros que les conectan directo con Shopify. Pero hay otros proveedores logísticos que aún no la ofrecen y si la empresa está acostumbrada a trabajar con ese proveedor porque le ofrece precios mejores o porque tienen una relación histórica, es necesario que nosotros desarrollemos una solución logística para que puedan integrarse a Shopify” apunta Guillem como uno de los objetivos clave en la migración de Brava desde Prestashop a Shopify.
Un cambio de plataforma que para Iván Monells, fundador de Brava, era un proceso necesario por razones de estabilidad y de confianza. Era saltar hacia una base más sólida, para poder garantizar el crecimiento futuro de su marca.
“Muchas cosas nos empujaron a migrar a Shopify. Una de las cosas que más me atraía a mí, que además llevaba la parte técnica, es la solidez de Shopify a nivel de infraestructura técnica. Al ser un servicio hosted que además está muy bien programado a nivel de módulos y tienes cierto control. La plataforma - Shopify - es mucho más sólida y te olvidas de tener problemas de servidores y de check-out y además tiene muchos conectores con soluciones de marketing o de lo que sea, pasarelas de pago y logística y todo eso está super bien integrado, y al final estamos viendo que está volviendo el estándar y oye, por algo será” explica Ivan sobre su cambio de Prestashop a Shopify.
Algo en lo que coincide también Guillem Hernández de Crisp Studio.
“Yo creo que lo que empujó a Brava Fabrics a migrar a Shopify fue buscar una menor dependencia de IT y poder centrar esos recursos de IT en otro lado, por ejemplo en su producto. Para mi esa fácil configuración de Shopify, esa facilidad para la puesta en marcha, ayuda mucho a la escalabilidad porque puedes crear tiendas por regiones con facilidad” apunta.
Esa facilidad de uso de Shopify, combinada con la accesibilidad a diferentes herramientas y aplicaciones que desarrolla un entorno global de partners, desarrolladores y usuarios, hace que Shopify sea una comunidad viva, de escala mundial, dedicada por completo a ofrecer soluciones de ecommerce. Una comunidad llena de soluciones.
“Son muchas las aplicaciones que hay, nosotros usamos por ejemplo Launchpad y Flow de la versión plus, y luego usamos una aplicación para filtros y búsqueda que se llama Filter and Search y otra para ordenar las categorías de productos en función de si hay novedades, esas son las que usamos muy a menudo” explica Ivan
Valientes en el ecommerce, con la sociedad y con el planeta
Como concepto de marca, Brava Fabrics destaca por su propuesta: una moda que es un lifestyle, una ropa que no se diseña para tirarla en tres meses, sino para disfrutarla toda la vida.
“Brava es una marca de moda lifestyle, eso significa que diseñamos más en función a un estilo de vida que a una tendencia. Muchas marcas diseñan en función a lo que está de moda en el mercado y luego se satura el mercado con eso y pasa de moda. Nosotros vamos un poco más a nuestro rollo: diseñamos lo que creemos que le va a gustar a nuestro cliente sin más y punto. Yo creo que tiene mucho más sentido que eso de la moda efímera de “lo que compré hace más de tres meses ya no está de moda y lo puedo tirar”. expone Ivan
Y es que para hacer posible esta apuesta por una ropa diferente, por una ropa más coherente y sustentable, la firma ha tenido que aprender a luchar con el complejo mercado de la moda. Algo que ha hecho desde su domino online, que sigue siendo su principal canal de ventas y su gran fortaleza.
“Nosotros tenemos diseñados una serie de flujos de venta que comenzamos a aplicar una vez que capturamos los datos del cliente, y podemos legalmente usarlos, activamos una serie de flujos de correos, por Facebook, por Google y hasta en Pinterest” explica Ivan, dándonos un leve atisbo del enorme y constante trabajo que es intentar vender online, y ganarse un espacio en el mercado de las compras digitales. Una tarea que Brava ha superado con mención de honor.
Algo que se debe a una combinación de hacer los deberes en cuanto a la parte técnica de montar un ecommerce se refiere, en conjunción con crear un concepto de marca atractivo y atrayente
“Hay dos formas de hacer las cosas para que sean justas con el medioambiente y justas con las personas. Nosotros comenzamos con la parte del fairtrade, es decir solamente confeccionamos en talleres donde se garantizan los derechos humanos y un sueldo digno. Nuestros talleres están en España y en Portugal y hemos estado allí y hemos visto y comprobado las condiciones de las personas que fabrican nuestros productos. Recientemente hemos incorporado la parte medioambiental porque es muy importante. Mucha gente no lo sabe pero el 10% de la contaminación mundial, esto es más que el transporte marítimo y aéreo juntos, proviene de la manufactura de las prendas de vestir. Esto es muchísimo. Por eso nosotros solamente producimos prendas que no contienen plásticos, que no se han usado pesticidas para su manufactura y que ecológicamente se han obtenido de forma sostenible. De ahí viene lo de Brava Fabrics, porque no es solamente los diseños, sino los tejidos - fabrics - que utilizamos: que son sostenibles 100% a nivel humano y medioambiental. Y no es solamente las prendas, es todo: las fábricas, el embalaje, como las distribuyes etc. Por ejemplo, no vale de nada usar algodón orgánico si luego usas plástico para envolver tu prenda, es un poco hipócrita” expone Ivan.
Evidentemente, producir prendas bajo condiciones humanas y ambientales que sean justas, es hoy en día, ante nuestro mundo industrializado y desechable, un verdadero desafío. Un desafío se elevó al cuadrado durante estos meses del Covid-19. Algo que Brava Fabrics ha vuelto a enfrentar desde la ética y desde el valor humano como bandera.
“Donde más nos ha afectado es en el terreno offline. Nosotros tenemos dos tiendas propias que tuvimos que cerrar durante meses y todo el canal de tiendas multimarca que tuvieron que cerrar. Y hay muchas marcas que optaron por decir al cliente wholesale “si no lo puedes vender me lo tienes que pagar igual y se acabó” y nosotros hemos decidido empatizar mucho con el cliente de la tienda multimarca porque su situación ha sido realmente compleja, abrieron en junio a semanas de la temporada de rebajas con todo el stock de la temporada para vender. Es muy difícil” apunta Ivan.
La historia de éxito de Brava Fabrics es digna de mención porque está llena de aprendizajes: dos personas con cabeza y criterio pueden emprender cualquier tipo de negocio siempre que se rijan por la disciplina, la dedicación y la ética. Sí se puede crear una empresa responsable social y por el medio ambiente. Y definitivamente, si se pueden utilizar las plataformas online, el ecommerce en toda su extensión, para llevar a los mercados productos nuevos, innovadores y que representen un cambio en nuestra sociedad. Brava Fabrics es valiente en muchos niveles y sus prendas son las banderas de muchos y muchas comprometidos con esta nueva forma de ver el mundo: más justa, más responsable, más humana.
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