Este un post invitado de Think & Start.
“La gente que sabe de lo que está hablando no necesita PowerPoint”, Steve Jobs.
Que tal la siguiente historia: Llegas a una junta por la mañana con una taza de café. Esperas ansiosamente que comiencen a explicar el proyecto y, para tu mala suerte, el encargado de dar la presentación llega con 40 diapositivas de Power Point repletas de texto que hasta te marean. Sales completamente abrumado de tanta información, sin haber entendido el punto y con dudas al por mayor, sin recordar algo concreto del contenido y con la imagen mental de tus compañeros dentro de la sala de juntas, quienes constantemente bostezaban o ponían cara de no estar entendiendo.
En estos casos, no es posible pedirle al presentador su archivo .ppt, ya que se supone que sólo fue una junta informativa. Así que terminas el día preguntándole a medio mundo sus impresiones respecto al tema y armando un rompecabezas que no debías armar tú, sino el encargado de la ponencia.
Después de esta larga anécdota, el punto principal es entender que Power Point es una valiosa herramienta que proporcionó Office, pero que desgraciadamente desde su lanzamiento, en 1987, se ha desvirtuado hasta el punto de perder su verdadero objetivo, que es hacer presentaciones en negocios, escuelas, etc. y se ha abusado de ella.
Todos los días se llevan a cabo presentaciones que parecen una recopilación de documentos de Word, solo que con un fondo bonito y diferentes tipográfías. Hay que entender que el arte de hacer una presentación está en manos de pocos, y es necesario que compartamos esa información.
No existen reglas establecidas sobre el uso de las presentaciones, pero cada vez vemos más formatos, que van dándole una forma un poco diferente a la tradicional, como los speed pitch, los elevator pitch, o los Pecha Kucha, del cual hablaremos un poco más.
¿Qué son los Pecha Kucha?
No creas que es un programa. Es un estilo de presentación creativa que maneja una exposición sencilla e informal que puedes armar mediante 20 diapositivas, cada una con una duración de explicación de 20 segundos, y siendo el formato de la presentación de 20x20. Con esto, la presentación se vuelve corta y constante, con un tiempo total de 6 minutos y 40 segundos (lo que supone que en 90 minutos se pueden llegar a atender a 14 personas exponiendo diversos temas).
Puedes pensar esto como dueño de un comercio que necesita conseguir proveedores y que dispone de poco tiempo para atenderlos. Tú mismo puedes proporcionales el formato, la idea de toda la presentación, y ver qué tan creativos son en el momento de realizarlo.
Por otra parte, si eres un emprendedor y estás buscando vender tu negocio hacia un mercado más amplio, este sistema te puede servir para ser breve, conciso y procurar que tus futuros clientes no se aburran de los que les estas explicando.
Origen
Los Pecha Kucha, que en japonés significa plática constante o parloteo, fueron creados por Mark Dytham y Astrid Klein, dos arquitectos que radican en Tokio, con el fin de hacer que sus presentaciones profesionales y de negocios fueran más dinámicas y no aburrieran a los empresarios con los que buscaban generar una relación.
Desarrollo
Tal ha sido su popularidad en algunos países que se han llegado a desarrollar talleres y eventos “PechaKucha”, en donde se exponen los beneficios y como se puede llegar a tener esta dinámica de presentación, incluyendo diseño y temáticas. Cualquier persona puede acudir y presentar su idea personal de Pecha Kucha, esperando una retroalimentación directa.
Lo importante es lograr que estas presentaciones parezcan sencillas, pero que debajo de cada una de ellas exista un elemento que respalde su importancia y le proporcione una gran sofisticación. Recuerda que el gran Steve Jobs constantemente opinaba al respecto, mencionando que al momento de realizar una presentación pública, supervisaba cada detalle y la reacción que tenía su público ante cada diapositiva. Realmente no es casualidad que cada presentación de Apple con Steve Jobs se considera relevante.
Volviendo al tema de los Pecha Kucha, otro de los elementos importantes que respaldan su crecimiento es que, debido a que son pequeñas, pueden ser manejadas desde dispositivos móviles, como tablets y smartphones, ya que nunca sabes cuándo vas a conocer a alguna persona que quiera hacer negocio contigo. Al momento de ocurrir esto, ya debes haber ensayado tu Pecha Kucha. Pule esta habilidad de manera constante y presenta tu proyecto de manera breve y concisa.
Las charlas que más recuerdo, no han usado diapositivas. Malcolm Gladwell, me mantiene emocionado con sus anécdotas, Simon Sinek en un pizarrón me explicó su “Golden Circle”, Rosling hizo su presentación con unas cajas de Ikea y Ken Robinson inspira con su simple ironía. Todos sin la necesidad de diapositivas.
Sólo pregúntate, ¿cada que explicas tu proyecto o tienda virtual improvisas tu discurso o tienes algo ya preparado?
¿Has utilizado esta técnica de presentación? Platícanos qué te parece y si te animas a probarla.
Acerca del autor
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