Un arancel es un impuesto que impone un gobierno sobre los bienes y servicios que se importan de otros países. Su función principal es aumentar el precio de estos productos, haciéndolos menos atractivos o, al menos, menos competitivos en comparación con los bienes y servicios nacionales. Los aranceles se suelen introducir como medio para restringir el comercio con países específicos o para reducir la importación de ciertos tipos de productos.
Por ejemplo, para desalentar la compra de bolsos de cuero italianos, el gobierno de un país podría establecer un arancel del 50 %, subiendo tanto el precio que las alternativas nacionales resultarían mucho más asequibles. La esperanza del gobierno es que este coste adicional haga que los productos importados sean mucho menos deseables.
Una fuente de financiación previa al impuesto sobre la renta
Además de desanimar a comprar bienes importados, los aranceles fueron, en su momento, la fuente de ingresos principal del gobierno. Hasta que se introdujo el impuesto sobre la renta en 1977, los ingresos por aranceles representaban hasta el 95 % de la financiación gubernamental. En aquella época, los aranceles suponían el 20 % del valor del producto.
Preguntas frecuentes sobre aranceles
¿Qué es un arancel en pocas palabras?
Un arancel es un impuesto sobre los bienes y servicios importados a un país. Se suele utilizar para aumentar el precio de los productos importados, haciéndolos más caros que los bienes y servicios nacionales, protegiendo así a las industrias locales.
¿Cuál sería un ejemplo de arancel?
Un ejemplo de arancel, por ejemplo, sería el 25 % que ha impuesto España sobre el acero que se importa desde ciertos países.
¿Cuál es el propósito principal de un arancel?
El propósito principal de un arancel es aumentar el precio de los bienes importados para proteger a las industrias nacionales de la competencia extranjera y generar ingresos para el gobierno.